Niños y jóvenes y el retorno a las escuelas y al club deportivo By Dr. Miguel Da Graca

Estimados Padres, colegas médicos, maestros, profesores y terapeutas: Desde que surgió la declaración de la Pandemia ya ha pasado medio año y en ese medio año nuestros hijos se han quedado en sus casas. Mucho se ha hecho ya. Se ha trabajado intensamente en relación al Coronavirus.

Un trabajo enorme de todo el equipo de salud, tratando de protegernos y cuidarnos, tratando de que el virus no se disemine en nuestro país.

Autor: Dr. Miguel Da Graca Belchior.

Médico pediatra y médico escolar / Presidente de AMAA Asociación de Médicos Antroposóficos de la Argentina

Hoy día, a su vez, cada vez más nos llegan informes de profesionales que nos evidencian, que en este tiempo, la salud de los niños se ha resentido enormemente a causa de que muchos de los resortes saludables que conforman su vida diaria, no están a su alcance.

Hay muchísimos reportes de pediatras, psicólogos, de maestros, de UNICEF, ONU, institutos de neurociencia de Argentina, Colombia, que nos informan de las consecuencias que en muchos niños y jóvenes ha causado este quedarse en casa sin poder salir (ver informes abajo).

La educación presencial humana, la posibilidad de acceder a un deporte, a un tratamiento presencial por enfermedad o discapacidad, una educación religiosa, la posibilidad de intercambio social presencial con amigos, todo eso no está presente, y por desconocimiento se ha instalado a través de los medios, el mensaje del miedo, del que se pueden morir y que si se contagian, pueden matar a otros. El mensaje del miedo de que el otro puede dañarte y que por tal razón se tienen que cuidar y proteger constantemente, para muchos de ellos, eso resulta abrumador y los lleva a la ansiedad, a la reclusión, a la depresión.

Además, a causa de la labilidad de padres, que en muchas ocasiones perdieron sus trabajos, con la consiguiente pérdida económica y de sustento familiar, por eso muchas veces los adultos no están preparados para sostener a sus hijos ni económica ni emocionalmente, ya que no pueden sostenerse a ellos mismos debido a ese enorme stress y presión.

¿Porqué el niño no se enferma?

En muchas partes del mundo ya no se investiga si el niño se contagia o no, sino que ya se están buscando los por qué el niño y el joven casi no son transmisores de esta enfermedad.

Por ejemplo en España (Barcelona), se cree que esto sería posible porque los niños más jóvenes no tienen receptores para la angiotensina. En otros ámbitos médicos también se habla de receptores pulmonares, que en los niños no estarían presentes.

También se estudia el comportamiento de la sangre. En organismos infantiles no se formarían los trombos que sí se forman en los adultos, por lo tanto no se produciría en aquellos, la tormenta de citoquinas que sí se observa en los adultos.

Porqué es fundamental volver a la escuela

El ser humano es un ser social. No solo se alimenta de sustancias, sino que necesita de la compañía de otro ser humano. Cuando es pequeño depende de sus padres, pero a medida que crece y se convierte cada vez más en un ser individual diferenciándose de sus padres, necesita de sus amigos, sus maestros, sus referentes y sus guías.
Sin este otro condimento en sus vidas, el niño y el joven pierden su vitalidad, su humanidad y comienzan todas aquellas manifestaciones producto del distanciamiento.
Del otro, recibimos el amor, sin el cual el ser humano no puede vivir. Muchos trágicos experimentos se han hecho, y quienes lo han padecido, han muerto o perdieron sus facultades mentales sanas.

El estar presencialmente con el otro da vida, da alegría, da motivo de vivir, fortalece no solo el alma sino también su cuerpo físico y esto se ve a través del aumento inmunológico que se produce por tal motivo y evita todo tipo de enfermedades.

La salutogénesis de la que tanto hablamos, tiene que ver con el proceso humano de poder sobrellevar las adversidades de la mejor manera posible; hasta hoy día se sigue apoyando a los padres y niños en este sentido, creando resiliencia. Pero ahora esto solo no alcanza en muchos hogares. Tenemos que ver que al pasar tantos días, la fortaleza interior en muchos, está decayendo. En este sentido volver a clases, volver al club, donde también podremos aplicar estos conceptos de salutogénesis y resiliencia, les dará el empuje y la fortaleza para sobrellevar esta pandemia tanto infectológica como social. Pues el aprendizaje es no sólo una cuestión pedagógica, sino también una cuestión médica, donde lo social aparece como el ámbito de mayor transformación para el ser humano, que es un ser esencial y naturalmente social.
Con esto queremos decir que el proceso de la educación en sí mismo es un proceso de sanación, las materias están para que el niño pueda desarrollar la corporalidad, para que su cuerpo se vuelva un instrumento adecuado para sí mismo, al mismo tiempo ir a la escuela les permite el ejercicio del encuentro social. En ese ámbito el niño y el joven se preparan para ser individuos humanos y vivir en una sociedad humana. Ambos aspectos necesitan de la vida escolar.
Esto se obtiene también del otro y para el otro. Ya se sabe que cuanto más hacemos por el otro, sin sentirnos usados, más se fortalece nuestro cuerpo, más se fortalece nuestra alma, nuestro espíritu.

Volver a encontrarse con el otro es primordial, es fundamental. Es así como seremos cada vez más seres humanos plenos.

¿Qué hacer?

Con los informes que presento más abajo, las evidencias para intentar el retorno de los niños a las clases, como así también a las actividades deportivas en los clubes, es muy factible de ser realizadas, pues el índice de contagios y enfermedad en los niños es casi nulo. Por lo tanto debemos extremar los cuidados en la gente mayor, y realizar protocolos en los padres, para que el contacto entre ellos al llevar a los niños a la escuela o al club, sea el mínimo e indispensable.

Transformar el miedo en confianza

El miedo es un sentimiento normal en el ser humano, es necesario para poder tener conciencia de aquello que nos puede suceder, nos despierta ante lo que viene. El miedo al miedo es lo que nos daña, lo que nos inmoviliza o lo que nos hace reaccionar en forma incorrecta. Y el conocimiento es una de las cosas que nos permite transformar el miedo en confianza. En confianza que podemos obrar correctamente, en que de esa manera no nos va a suceder nada malo. En relación al Coronavirus mucho aprendimos ya, como cuidarnos, como protegernos, y ahora quiero mostrarles las evidencias de porque podemos transformar ese miedo, en la confianza de que a nuestros hijos el Coronavirus o no los contagia, o si lo hace, esa enfermedad transcurre en la casi totalidad de ellos en forma sin síntomas o muy banal.

Datos en Argentina

Si observamos los datos en la Argentina con lo informado por el Ministerio de Salud según edad, podemos observar que el porcentaje de infectados con respecto al total en menores de 20 años es alrededor del 12%, y si observamos a los menores de 7 años es del 5% del total. Si analizamos la curva de mortalidad es del 0% hasta los 20 años.

La curva de infectados es un poco mayor que en el resto del mundo (habría que evaluar diferencias en las toma de muestras, etc) pero es casi nulo el riesgo de infecciones severas y de muerte.

Podríamos pensar que si cada uno de los 148.000 infectados convive con uno o varios menores, y el número de infectados en niños es solo del 5%, podemos realmente suponer que la posibilidad de transmisión del virus al niño y del niño a los adultos es realmente muy, muy baja.

En casi todos los informes que llegan de diferentes países del mundo sobre las escuelas en las que ya se realizó la apertura, el índice de contagios también es casi nulo.

En el informe de la mencionada revista Pediatrics, “la academia Americana de pediatría, la Federación Americana de Maestros, la Academia Nacional Educadora, la Asociación School Superintendents, las asociaciones de pediatras, de maestros, etc, sugieren enérgicamente que nuevamente abran en forma urgente las escuelas, cumpliendo los protocolos que se crean necesarios, para poder devolver la salud anímica y emocional a los niños y a los jóvenes”.

Obviamente la infraestructura en el país, otra vez va a marcar la diferencia entre escuelas de mayores posibilidades para el cumplimiento de los protocolos con respecto a otras. Eso no debiera ser un impedimento para que las que sí puedan cumplirlo, comiencen con las clases.

Asimismo, no solo se ve en los menores de 20 años un índice de contagiosidad y morbimortalidad muy bajo, sino que la diferencia en menores de 9 años es todavía mayor, por lo que seriamente debiera re-pensarse si realmente es necesario el uso de barbijo o tapabocas en esa franja etaria, sobre todo para los niños de jardín de infantes, en donde el distanciamiento social, sólo sería posible con un costo psicológico muy grande para ellos.

Afirmo, que en los niños de jardín de infantes no debería usarse ni mascarillas ni tampoco realizarse el distanciamiento social, como ha sido recomendado en distintos países de Europa.

Hoy día ya se sabe que el contagio es a causa de los adultos, por lo tanto en la vuelta de los niños a la escuela, debería realizarse una estrategia que comprometa a los padres a guardar la distancia y realizar los cuidados necesarios para no comprometer a los niños.

Algunos datos de Suramérica

Si vemos los datos en Sudamérica, el porcentaje de niños que se enferman o se contagian, es muy parecido a los datos que se observan en el resto del mundo.

En Chile, hasta el 18 de junio han ocurrido 250.919 casos de COVID-19 (231.393 con confirmación de laboratorio y 19.526 probables, sin confirmación de laboratorio) - verfig. 1-, con una tasa de 1289,5 por 100.000 habitantes. Esta tasa es la incidencia acumulada, es decir, el total de casos diagnosticados desde el 3 de marzo, fecha del primer caso, hasta la fecha de emisión de este informe. No representa la tasa de incidencia actual,ni la cifra de personas aún en etapa de generar posibles contagios.

Las mayores tasas de incidencia acumulada por 100.000 habitantes, según casos confirmados por laboratorio,se encuentran en la región Metropolitana (2506,9), Región de Tarapacá (1338,7) y Región de Antofagasta (865,6).

De los casos confirmados, y notificados en EPIVIGILA, la mediana de edad es de 39 años, donde el 4,6% corresponden a menores de 15 años, el 24,0% a personas de 15-29 años, el 31,5% a personas de 30-44 años, el 29,6% a personas de 45-64 años, mientras que el 10,3% restante a adultos de 65 y más años. Según el diario La Tercera 6/6/2020 no hay niños menores de 18 años muertos por Covid. Había 86 hospitalizados y 15 en UCI en todo Chile.

En Uruguay el índice de contagios y enfermos en niños es muy bajo como lo demuestra la tabla al final. Lo mismo ocurre en México donde la morbimortalidad en niños y jóvenes es bajísimo, véase tabla al final.

Informes y estadísticas mundiales

Siempre se dijo, que por suerte Argentina pudo tener tiempo para ver lo que sucedía en el mundo, al llegar más tarde el virus, tuvimos tiempo de prepararnos y por eso hoy día tenemos menor mortalidad y estamos mejor preparados para enfrentarlo.

¿Y cuáles son esas conclusiones que hoy día nos llegan del mundo en relación a los niños? ¿Qué podemos aprender del aprendizaje de lo que está ocurriendo en España, Alemania, EEUU, China, Corea, Sudamérica y en el mundo?

En la publicación de Pediatric, revista oficial revisada por pares de la Academia Estadounidense de Pediatría, se ha publicado un artículo que concluye que los niños transmiten Covid 19 entre sí o a los adultos con muy poca frecuencia y que muchas escuelas, siempre que sigan las pautas de distanciamiento social apropiado y tengan en cuenta las tasas de transmisión de su comunidad, pueden y deben reabrir en otoño.

En España según datos de la Red de Vigilancia Epidemiológica hasta el 31-5 -2020 un 1, 37% del total de casos confirmados corresponde a la población entre 0 y 19 años. Estos hallazgos están en consonancia con las series publicadas en China hasta el 10 de febrero que refieren datos similares con un 3,6% y 2% de los casos detectados entre los 0 y 19 años, en Hubei y China respectivamente. Los datos en Corea del Sur están en consonancia con esa línea con prevalencia de un 5,2% en el caso del grupo de 0 a 20 años respecto a la gravedad del cuadro clínico, la mayoría de los niños y niñas infectados por SARS COVID 19 presentan una enfermedad leve moderada, con respecto al ingreso hospitalario el porcentaje varió por edad entre 0,1 a 0,5 % de acuerdo a la edad. El ingreso a UCI el porcentaje fue muy bajo, alrededor de 0,08% del total de niños.

En Irlanda se realizó un estudio en el cual no se detectó transmisión secundaria de niños a adultos, por lo que se recomienda la apertura de escuelas. A medida que muchos países comenzaron a levantar las restricciones impuestas por la epidemia de COVID-19, hay poca evidencia de que se transmita en el ámbito escolar. Hemos examinado las notificaciones de Irlanda del SARS-CoV 2 en el medio escolar antes de su cierre el 12 de marzo y no se identificaron transmisiones pediátricas. De esto, agregado a la evidencia actual, se puede inferir que los niños aparentemente no son transmisores, con lo cual pensamos que reabrir las escuelas con las medidas de seguridad necesarias no reviste peligro.

(https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32489179/)

En respuesta a la epidemia de coronavirus 2019 (COVID-19), 107 países implementaron el cierre a nivel nacional de la escolaridad presencial en marzo 18 de 2020. No se sabe si estas medidas son efectivas en relación a la propagación de la enfermedad. Hemos hecho una revisión sistemática a través de la investigación en tres bases de datos electrónicos, para identificar qué se sabe en cuanto a la efectividad del cierre de las escuelas y otros tipos de actividades sociales durante la pandemia. Incluimos 16 de 616 artículos identificados. El cierre de las escuelas fue implementado rápidamente a lo largo del territorio de China y Hong Kong por el COVID-19, sin embargo, no hay datos en cuanto a la contribución que esto significó para parar la propagación. Los datos respecto del brote de SARS en China, Hong Kong y Singapur, sugieren que el cierre de las escuelas no contribuyó al control de la epidemia. Estudios del SARS produjeron resultados conflictivos. Estudios recientes sobre el COVID-19 predicen que el cierre de las escuelas podría prevenir solamente el 2-4% de las muertes, mucho menos que otras medidas de distanciamiento. Los que llevan las políticas adelante tienen que ser conscientes de esta evidencia equívoca al cerrar las escuelas por la epidemia de COVID-19, y la combinación de medidas de distanciamiento social. Otro tipo de intervenciones de distanciamiento social menos disruptivo en las escuelas requiere más investigación si estas medidas de distanciamiento se llevaran a cabo por largos períodos de tiempo.

(https://pubmed.ncbi.nlm.nih32272089/):.gov/

En respuesta a la pandemia de la enfermedad de COVID-19, la mayoría de los países implementaron el cierre de las escuelas. En Noruega, las escuelas cerraron el 13 de marzo de 2020. La evidencia sobre los efectos de la medida en la transmisión fue limitada, mientras que las consecuencias negativas se hicieron evidentes. Antes de la reapertura, se estudiaron los efectos en los grupos de riesgo en el ámbito pediátrico, concluyendo que la mayoría de los niños pueden asistir a la escuela, con sólo algunos niños con ciertas enfermedades que requerirían educación a distancia. Aquí presentamos una guía de prevención de infecciones para la escuela primaria y recomendaciones para los grupos pediátricos de riesgo.

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32524956

En la investigación de 5210 niños y adultos en 115 kitas los científicos del instituto de virología de la universidad Heinrich-Heine en la Clínica-Universitaria de Duesseldorfsolo (UKD) comprobaron una única infección. En la apertura de jardines de infantes con medidas restrictivas se observa claramente que no lleva a un ascenso fuerte de las infecciones, según la UKD luego de las investigaciones hoy referidas. El estudio todavía no tuvo la revisión de expertos, los motivos para justificar la infección tan baja de los niños todavía no está clara, los expertos refieren que el motivo del no contagio en los jardines de infantes todavía no está claro. La devolución de las muestras de la prueba fue muy buena, ese no fue el caso para todos los estudios según Jorg Timm, director del instituto de Virología de la UKD. Para el estudio modelo del 10 de junio hasta el 7 de julio participaron 3955 niños y 1255 trabajadores, se los testeó en un rango de 4 semanas 2 veces cada semana para una infección de SARS- CoV-2. El laboratorio de la Universidad analizó casi 35000 hisopados. En total, en los 115 Kitas se testeó a 8100 niños 10 casos que no pertenecen al estudio, (8 niños y 2 trabajadores). También se produjeron en ese lapso de 4 semanas y fueron tomadas en cuenta por el ministerio de salud. De esos niños la mayoría se había contagiado en sus casas Por medio del Estudio quisieron investigar los científicos, si por la reapertura de los jardines de infantes, se producían nuevos orígenes de focos de infección y si los niños de edad de jardín son nuevos focos de infección para su medio. "Por suerte hemos encontrado muy pocos casos de infección en los jardines" explicó Timm. Los datos mostraron, que en el periodo del estudio, la casuística de nuevas infecciones en los jardines de Duesseldorf se correspondía con el mismo nivel que para el conjunto de la ciudad de Duesseldorf. En el transcurso de este tiempo se denunciaron 501 infecciones con SARS-CoV 2 en el ámbito del ministerio de Salud. De ellos 32 infecciones fueron de niños de edad de jardín, de los cuales 16 fueron en lugares de atención. En relación a la pregunta, qué relevante podría ser el origen de infecciones en los jardines, se pudo ver en un caso, que hubo un contagio de un niño a otro en el jardín y en los demás el contagio se produjo en sus casas. Más allá de eso, no se pudo identificar en los jardines ninguna infección entre personas de contacto", así dijo Timm. Sobre esta base tan buena de tan pocas infecciones, es una clara declaración en sí misma. Qué significado tienen los niños como focos de contacto, todavía no es posible decirlo.

https://www.aerzteblatt.de/nachrichten/114960/Kita-Studie-Infektionspotenzial-von-Kindergartenkindern-weiterhin-unklar

Estudios en Alemania no encuentran evidencias de que el COVID-19 se propague en el ámbito escolar. Las escuelas no serían un lugar de mayor contagio del COVID-19, de acuerdo a los resultados publicados en Alemania.

Los estudios más extensos llevados a cabo en las escuelas, encontraron menos del 1% de rastros del virus en maestros y niños.

Los científicos de la Universidad Tecnológica de Dresden dijeron que creen que los niños actúan como un freno en la cadena de contagios.

El profesor Reinhard Berner, director de medicina pediátrica en la Universidad de Dresden y jefe de los estudios realizados, dijo que los resultados sugieren que el virus no se propaga tan fácilmente en las escuelas. “Es más bien lo opuesto”, dijo el profesor Berner en una conferencia de prensa. “Los niños actúan más como un freno a la infección. No toda infección que los ataca la transmiten a otros”.

Durante los estudios se testearon 2.045 niños y maestros en 13 escuelas, incluyendo algunas donde se habían dado casos de COVID-19. Pero los científicos encontraron anticuerpos sólo en 12 de los que fueron estudiados.

“Esto significa que el grado de inmunización en el grupo estudiado es menor al 1%, mucho menor de lo que esperábamos”, dijo el profesor Berner. “Esto sugiere que las escuelas no constituyen un lugar crítico de contagio”.

Los estudios fueron llevados a cabo en escuelas de tres distritos diferentes de la región de Sajonia. La elección de Sajonia es significativa porque fue la única en Alemania, uno de los 16 estados que la componen, en reabrir las escuelas con clases completas en mayo.

La decisión fue muy controversial en ese momento. Los padres lograron por vía judicial tener el derecho de mantener a sus hijos en sus casas, y el gobierno regional ordenó un estudio para determinar si tal política había sido correcta. Los resultados pueden llevar a muchos debates públicos en Alemania respecto del regreso de todos los alumnos a clase, después del receso de verano.

Para los estudios fueron testeados por anticuerpos al virus alrededor de 1500 niños entre 14 y 18 años y 500 maestros entre 30 y 66 años, cinco de los cuales habían dado positivo en test anteriores. El autor de los estudios dice que el hecho de que sólo siete más dieron positivo, sugiere que el virus no se propagó rápidamente en el ámbito escolar.

Otros 24 que fueron testeados tenían miembros en sus familias que habían dado positivo, pero solo uno de ellos había desarrollado anticuerpos. “Esto significa que la mayoría de los alumnos no se infecta a pesar de haber miembros infectados dentro del ambiente familiar”, dijo Berner. “Tenemos que tener estos resultados en cuenta cuando decidamos las medidas de limitación de contacto social”.

Los estudios fueron llevados a cabo en 13 escuelas en los distritos de Dresden, Bautzen y Görlitz en mayo y junio.

https://news.yahoo.com/german-study-finds-no-evidence-164704005.html