Cuando el niño comienza su etapa escolar, empieza a generar una imagen de sí mismo en base a su entorno, a los adultos que le acompañan durante este periodo de su vida y es así como se va marcando su personalidad.
"Entre el 1er y 3er grado el niño es feliz por naturaleza, pero cualquier factor externo puede tener un impacto que puede durar mucho tiempo."
Durante el segundo grado, el niño muestra la necesidad de ser escuchado, de expresarse a su manera y de comparar sus vivencias con las de otros niños, generando un aprendizaje al hablar, escuchar y ver lo que pasa a su alrededor.